En el presente verano se hace evidente un fenómeno que viene ocurriendo en el Último tiempo, y está caracterizado por la disminución de las precipitaciones y el aumento de las marcas térmicas. Esta característica llama la atención de los científicos que desarrollan sus investigaciones en la zona. Uno de ellos es el Dr. Ricardo Villalba, director del IANIGLA (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales), quien se encuentra en estos días en la provincia de Santa Cruz. Desde El Chaltén, el reconocido científico señaló que cuando llegamos quedamos sorprendidos por el estado del bosque, que tiene una imagen otoñal como consecuencia de la falta de precipitaciones. Lengas y Ñires con sus hojas verdes, pero secas y arrugadas a causa de la falta de humedad, es una característica particular que se observa durante este verano. Villalba comentó que según los datos publicados por la NASA correspondientes al mes de diciembre, la precipitación en la Patagonia es el 25 por ciento del nivel normal. Es decir ¼ de lo que normalmente cae en la región. Estamos hablando de un evento climático extremo muy particular dijo el científico que se especializa en investigar el comportamiento del clima en el pasado mediante la lectura de los anillos de crecimiento en los troncos de Árboles. Estos indican los periodos de humedad y de sequía y permiten determinar si estos fenómenos son cíclicos, de manera de recrear modelos para pronosticar el comportamiento futuro del clima. A través de estos estudios podremos ver si este tipo de evento va a ser más frecuente en el futuro dijo Villalba, agregando que este fenómeno posiblemente se va a dar más seguido, con lo cual todo indica que necesitamos estar preparados para enfrentar situaciones derivadas de la sequía.
Disminución en los niveles de lluvias y aumento de la temperatura son las principales características de este fenómeno. Sobre lo primero, el científico indicó que desde la provincia de Neuquén hasta Santa Cruz el crecimiento del bosque ocurrido en los Últimos 15 años ha sido el menor de los Últimos 3 o 4 siglos.
Villalba comentó que los sensores de temperatura que tienen en el Glaciar Torre indican que en este verano la temperatura ha sido entre 5 y 7 grados más cálida que el verano pasado, esto implica un mayor derretimiento del glaciar. Estos datos junto a otros serán analizados en forma más exhaustiva para sacar mejores conclusiones.
A la hora de explicar el fenómeno climático extremo, el director del IANIGLA, reveló que se investiga la influencia del agujero de Ozono. La falta de ozono sobre la Antártida lleva los cinturones ciclónicos y anticiclónicos a latitudes mucho más altas. Esto hace intensificar la presión en estas latitudes lo que determina mayor cantidad de días soleados y de altas temperaturas, y una menor frecuencia de los vientos del oeste que son los que transportan la humedad, explicó. Si bien los periodos de sequía suelen estar presentes en el pasado, esta vez el fenómeno está en cierta forma relacionado con la actividad antrópica (humana), que determina la destrucción de ozono en la estratósfera.
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